El viaje se ha alargado un poco en esta ocasíón, debido a las pausas obligatorias que ha debido hacer el conductor del autocar. La larga noche nos ha permitido tener momentos para todo: ver pelis, escuchar música y los chicos poco a poca han ido rindiéndose al sueño. Aquí tenéis a unos valientes en la parada de las dos y media...
Y llegamos finalmente... ¿qué imagináis que están mirando?
No quieren posar. Son tan coquetos que no quieren salir con cara de sueño... Pero ,además, a lo único que hacen caso ahora es a esto...
Mañana, ya sin tanto sueño, intentaremos centrar un poquito más las fotos.
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